Paciencia, bendita paciencia, cuando lo quieres todo para antes de antes de ayer, la paciencia arde, quema tus neuronas, provoca desorden, conflicto a todos los niveles.
La paciencia es un don, es virtud, que todos poseemos en nuestro interior (unos más, otros menos). No todos podemos controlarla, algunos somos más irritables que otros y tendemos muchas veces a que eso nos afecte emocional y físicamente.
Hay que saber apreciarla, por suerte podemos trabajarla, poco a poco ir mejorándola. “Todo llega a su debido tiempo” dicen, podemos lograr todo lo que nos propongamos, sabiendo que muchas veces nos encontraremos en situaciones difíciles en las cuales tendremos inmensas ganas de tirar la toalla, renunciar a todo y salir por patas o mandarlo todo a la m*****, y ahí reside la mayor prueba de fuego, en superar eso.
Eres dueño de tus decisiones, no de las de los demás. Es así. No podemos controlar lo que pasa, hay que aceptarlo. Nos estresamos por cosas que en realidad no son tan importantes, que no podemos alterar.
Establece tus metas y prioridades, tuyas, no de otros, los demás te eligen si quieren o les interesa, si logras aceptar esto, pronto te darás cuenta que te sentirás mucho mejor.
Queremos todo para ya, para antes de ayer, a sabiendas que en la mayoría de las ocasiones no es posible, no es realista. Todo es un proceso, debemos darle su tiempo. Vive el presente. Miramos al futuro, preocupándonos por cosas que ni siquiera han pasado y muchas veces eso nos atormenta y bloquea.
La superación de todo esto consiste en confiar en ti y saber que todo llega… Pero ¿qué necesitas para ejercitar tu paciencia?
Aprender a vivir, a disfrutar las cosas en vez de preocuparnos, ocuparnos de lograr o solucionar eso que tanto nos atormenta, todo tiene solución, mira hacia adelante.
Ejercita tu paciencia, aunque duela, no sólo mejorará tu salud, sino también tus relaciones en todos los ámbitos. Te ayudará a relajarte jajaja, aunque al principio te desquiciará. Aprenderás a enfrentar las dificultades de frente, así tomarás mejores decisiones, más certeras y confiables.
¿Cuesta? sí, es un aprendizaje. ¿Y tú eres paciente?
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