¡Valórate!
Eres adulto. Ya no estás en la edad de montar dramas por una llamada no contestada, o por si está en línea y de repente apaga el móvil o porque no responde tu mensaje. O por si no te hace caso.
Quién quiera estar a tu lado, que esté eso sí, valorándote y queriéndote tal y como eres. Aceptándote con tus virtudes y tus defectos, sin juzgarte, apoyándote en tu presente y queriendo compartir lo venidero. Quien te demuestra lo contrario, no es para ti.
Valórate, quiérete, date cuenta de lo que mereces. Si te ama, estará contigo. Si se va, déjalo ir, no cierres tu corazón y tu mente. Supera el dolor y la decepción. Pide ayuda.
Levántate. Eres fuerte. Estás y eres completo. Todo cambia. Todo irá mejor. Confía, un día tendrás lo que mereces: vendrá ese alguien quien te respetará, querrá y te apreciará tal y como eres, sin querer cambiar nada. Valórate.
Lo que anhelas llegará. Llegará ese alguien que será no solo tu pareja, sino el compañero de tu vida. Pero antes, debes amarte a ti mismo. Llegará ese alguien a quien importen tus problemas, tus gustos, tus valores. Que sabrá darte tu espacio cuando no quieras que te agobien con preguntas. Que respetará tu silencio. Que estará feliz de compartir su vida contigo. Que te ayudará a sanar tu alma y te amará como hace tiempo lo deseabas, sin importarle los defectos que pueda tener tu cuerpo, amará no solo tu cuerpo amará tu alma.
Sé paciente. Deja ir de tu vida lo que no sirve, lo que te daña, lo que te rompe. Nadie está obligado a permanecer a tu lado a la fuerza y mucho menos por lástima o porque lleváis muchos años juntos. Ten dignidad. Si no contesta tus llamadas, no llames. Si no responde a tus mensajes, no escribas. Si estando en línea apaga su móvil, no insistas. Simplemente, déjalo ir. El amor no se mendiga, se entrega, se da, es cosa de dos.
Date cuenta quién merece y quién no, estar en tu vida. Date cuenta de quien merece lo grande que eres. No pierdas tu dignidad por alguien que no te quiere en su vida. Valórate.