Empezar de cero
Días de propósitos, de cambios, de inicios
Decidí hace mucho cambiar algunos detalles de mi vida, para que cada día no sea más de lo mismo, sino que sea todo más liviano, llevadero. Para ello decidí (entre otras) que sólo me acordaré del pasado para corregir los errores que cometí, para que me sirva de experiencia y aprendizaje.
Entendí
Entendí que no todas las personas que amo, me correspondieron, me corresponden como me gustaría… ¿Y? Continué amándolas, sin tratar de cambiarlas. Quizás si fueran como yo quiero, dejarían de ser las personas que amo. Cambié mi manera de verlas, respeté su modo de ser. Cada uno está en su propio proceso. No puedo ocuparme de nadie, tampoco forzar los tiempos y los procesos de otros.
No desistiré de mis sueños. Seguiré luchando con más garra para que se cumplan. Ésta vez será diferente, no volveré a responsabilizar a nadie de nada mio. Mi vida no se detendrá porque lo que deseo no sucede, porque un mensaje no llega, o porque no oigo lo que me gustaría oír.
Agradezco mantener las fuerzas para vivir, a pesar de todo, a pesar de todos. Seguiré siendo yo misma, soy perfecta tal y como soy. Nunca más voy a sonreír o decir palabras amables, amorosas, cuando no lo sienta o por complacer a otros que quieren oírlas. Seguiré viviendo mi vida sin miedo.
Tuve que alejarme de muchas cosas para sanarme, porque eso es lo que hacemos los valientes, sanamos. Sanamos para no repetir los mismos errores. Sanamos para no matar mundos ajenos. Sanamos para no romper otros corazones. Sanamos para no lastimar. Sanamos para no dar amor a medias. Sanamos para no ser conformistas. Sanamos para darnos cuenta de que las flores crecen en jardines, no en el desierto. Sanamos para no autodestruirnos.
Sané.
Sané para dejar de romperme por otros. Y aunque en mi garganta llevaba miles de palabras sin decir. Y aunque me pareció casi imposible abandonar viejos hábitos, quería sanar, porque eso es lo que los valientes hacen. Y lo hice, lo sigo haciendo.
Perdonar. Soltar. Amar. Curar. Dejé de romperme para complacer a otros. Me falta mucho, todavía me falta, poco a poco voy removiendo de mi piel y de mi alma aquello que me hizo sufrir. Lo estoy haciendo, lo hago. Sigo sanándome para la persona más importante de mi vida, sigo sanando por Mí y para Mí.
¿Y tú, lo haces…?