A veces reflexiono, miro atrás y agradezco, me agradezco
Me daré las gracias una y mil veces por no haber cesado en hacerme preguntas, por tratar de salir siempre de la incomodidad, por haberme dado la oportunidad de creer en la posibilidad de sanar, cambiar, crecer y evolucionar e intentarlo sin cesar, hasta lograrlo.
Me daré las gracias una y otra vez por buscar la luz, por salir a flote, por conseguir abandonar todos los infiernos que visité, por no rendirme a pesar de todo, de todos, por seguir buscando las salidas, la luz, por por leer, por estudiar, aprender y desaprender, por reconstruirme una y otra vez, por recoger cada pedazito de mi misma y hacer kintsugi con cada trocito hasta lograr verme bella, fuerte, sana, extraordinaria; gracias por poder escribir, compartir y ayudar a otros.
Gracias a todo esto, que es hoy mi vida, gracias de corazón a toda esta realidad, gracias a todos, gracias a todo lo vivido y experimentado estoy hoy aquí. Probablemente si no hubiera sido así, me hubiera vuelto loca y hubiera vivido toda mi vida en la más absoluta miseria y oscuridad, o sin duda habría muerto, motivos y oportunidades tuve, muchas.
Me daré las gracias siempre y agradezco enormemente a las personas que encontré en mi camino, en especial a las «malas», a las que me dañaron y rompieron en cachitos minúsculos para que experimentara, aprendiera, creciera; me mostraron lo que tanto necesitaba conocer, aprender e integrar para ser lo que soy hoy. Gracias a todas estas circunstancias, experiencias, a todas esas personas, en especial a mis padres y ancestros, gracias y gracias a la vida, a mi fortaleza y voluntad sigo aquí, más fuerte, más sabia, imparable.
¿De dónde vengo? Del Todo.
¿Qué hago aquí? Crecer, experimentar, evolucionar, florecer, vivir, sentir, amar…
¿A dónde voy? A casa.
¿Quién soy? Soy un alma, sirviéndose de un cuerpo material para poder experimentar todo lo que necesito hasta que sea el momento de regresar a mi verdadero hogar, al Todo nuevamente.
Gracias por tanto, a todos…
Gracias.
Kama muta.