¿Cómo gestionar nuestras emociones?

El final del mes de agosto nos arrastra indefectiblemente al temible mes de septiembre: que si el fin de la temporada estival, que si el fin de las vacaciones, que si la vuelta al cole, que si la vuelta al trabajo… vamos, lo de siempre, estrés, agobios, prisas, decaimiento, depre posvacacional, caos, un año más viejos y cada vez más, pesándonos más y más la vida misma.

Los estudios lo dicen: tras el periodo estival, los divorcios se disparan, las crisis existenciales afloran. No sabemos convivir, «soportar» al otro, acomodarnos a compartir tiempo y espacio en familia, en comunidad ¿y cómo lo vamos a saber hacer si no nos soportamos ni a nosotros mismos? No, no sabemos y pagamos con los demás todo aquello que durante nuestra vida no hemos sabido, ni podido, ni querido gestionar. Las cosas no se arreglan por sí solas, siempre llega la gota que colma el vaso y lo mandamos todo al carajo, nos desbordamos y estallamos. Y da igual que esté la familia de por medio, los amigos, o nuestros propios hijos, la liamos parda y luego pasa lo que pasa- no es necesario que entre en detalles, todos lo sabemos, todos lo hemos vivido. 

Aprender a gestionarnos a nosotros mismos, debería ser una obligación, un deber. Mucha libertad exigimos, pocas obligaciones nos imponemos, el crecimiento personal debería ser una de ellas. Somos los únicos responsables de nosotros mismos.  De gestionar nuestras emociones, nuestra vida y no hablemos si tenemos hijos menores, somos su referente, somos Dios para ellos ¿Qué ven en nosotros? Nuestra rabia, irá, frustraciones, dolor, alegría, felicidad… y tú ¿Qué lado les muestras?

Tú decides qué lado muestras y cómo. Y si no sabes, deberías aprender, te puedo enseñar, esa es la buena noticia, es fácil, o, muy difícil, tu decides cuán complejo es. La gestión emocional es vital para nuestro bienestar y el de los que comparten nuestro entorno íntimo y cercano. Nadie es responsable de como gestionas lo que hay en tu entorno, sólo tú, esa es la mala noticia.

Te puedo enseñar. Pon orden en el caos.

Contáctame y te cuento cómo se hace.

Sonrío.