Estás donde tienes que estar, estás con quien debes estar
En una relación de pareja nadie es víctima de nadie, siempre somos responsables y cómplices de todo lo que nos pasa, como aquella frase que dice «aceptamos el amor que creemos merecer». Es casi una regla: todos se sienten víctimas de las carencias y de los defectos del otro…
Y los terapeutas confrontamos esto con dos preguntas: ¿por qué estás casado/ en pareja/ en una relación con esa persona? y ¿por qué sigues con alguien que defines como ——–? rellene el espacio con los fallos de su pareja.
Aunque no te lo creas, tienes la pareja que necesitas, es para lo que te alcanzó y porque, sencillamente, tienes lo que crees que mereces. Si te hubiera alcanzado para más, estarías con alguien valioso, pero, ¿quién te correspondió? Toca mirar para dentro y averiguarlo… ¿mereces más? trabájalo.
Resultaría impensable ver a un/a cavernícola/ histérica/ misógino/ interesada en una relación de pareja con una persona amorosa, tierna, cariñosa, sana, que se respeta a sí misma… no encajan.
Quien no tienen capacidad de autocrítica para reconocer sus propias carencias, se sienten víctimas de los defectos del otro, en quien proyectan su propios fallos y carencias.
En lugar de utilizar su energía para mejorar, despotrican y critican sin tregua contra los defectos del otro, que ven reflejada en el espejo de enfrente y que no es sino su propia imagen.
Insistir en relaciones imposibles solo te va a llevar a una gran desilusión porque su bajo perfil solo le alcanzará para alguien similar a ti, o acaso ¿aspiras a más? ahhh, ¡acabáramos!
En lugar de ir por la vida buscando a la persona ideal, hay que tratar ser la persona ideal, o sea, trabaja tu autoestima. Sin autocrítica no aprendemos nada de la experiencia.
Según nosotros, nos separamos porque la pareja no supo hacernos felices. ¿Y luego qué? Decimos que terminamos la relación por culpa de los fallos, defectos del otro y nos quedamos tan anchos, como si no tuvieramos nada que ver en todo, en vez de preguntarnos qué tuvimos que ver en el fracaso. Siempre, siempre sin excepción el fracaso de una pareja es responsabildiad de los dos 50%- 50%. Si la pareja es una zona de desastre afectiva, no puede generar integridad emocional, no puede florecer nada, no puede haber nada.
Hay que considerar la capacidad autocrítica, favorecer la autoestima, amarse a uno mismo para que a todos nos alcance para la pareja que queremos y brillar juntos.
¿A ti para que te alcanzó?
¿Qué tipo de relación tienes?