Tan lejos de ti

 

Vivimos una época convulsa, difícil para las relaciones humanas. 

Sin duda que la soledad más dolorosa es esa que sientes cuando estás con alguien que no te ve, que no te hace sentir en casa, que te hace sentirte invisible. Desde luego si estas en una relación así, ahí no es. 

Son cosas distintas la soledad elegida, esa que viene muy bien para nutrirse a uno mismo, para reconstruirse, o para volverse a reconstruir tras romperse. Es hasta necesaria.

Lo malo, lo pésimo de sentirse en soledad estando en la compañía de alguien, no es soledad. Es algo más y por descontado, es responsabilidad tuya. Por mantenerte dónde ya no pasa nada. Donde la costumbre y la rutina te mantienen anclado a algo que ya no tiene vida. 

Si sientes soledad al lado de alguien, es momento de decir, ya no. Si hiciste todo lo que tenías que hacer y no funcionó, es momento de agradecer y seguir por tu camino. No te conformes con menos de lo que mereces. Te haces daño quedándote. Te privas de vivir en plenitud. 

Dale una vuelta y me cuentas. 

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