Pedir ayuda, algo nada fácil

Pedir ayuda - Taller de Almas

No, no nos resulta nada fácil pedir ayuda, por ello nos cuesta decir: “necesito ayuda” y parece tabú, como las terapias alternativas. Dos palabras que no solemos escuchar a menudo, a pesar de que son muchas las personas que están sufriendo constantemente y la requieran. Todos tenemos problemas de todo tipo, físicos, emocionales, mentales, odios, tristeza, sufrimiento, dolor, vivencias de eventos traumáticos que no podemos superar, situaciones que nos pesan, lastran y nos impiden ser nosotros mismos. Nos resistimos a mirar dentro de nosotros mismos, a pesar de que podemos llevar mucho tiempo pasándolo mal, sólo lo hacemos cuando el malestar que sentimos llega a ser insoportable, insostenible o nos rompe (a veces ni así).

Pensamos que pedir ayuda para “arreglar” nuestra vida es sólo para personas débiles. He constatado que estamos rodeados de analfabetas emocionales, aunque tus problemas no sean extremadamente graves (y no tienen por qué serlo) basta con que produzcan malestar y te impidan tener una vida tranquila y en paz. Todos pasamos momentos en nuestra vida en los que nos viene bien tener ayuda externa, pero hay que tener valor para pedirla.

El punto de inflexión debería ser que si algo te produce malestar constante, sufrimiento, o interfiere de cualquier manera en el transcurso de tu vida diaria, o se repiten constantemente un tipo de situaciones, estaría bien valorarlo. Si sientes que en tu estado de ánimo predomina una inexplicable tristeza, si sientes miedo infundado, si las cosas no te van bien, o sientes y tienes la certeza de que las cosas se repiten en tu vida cíclicamente (en tu salud, relaciones, trabajo, economía, familia) quizás hablemos de patrones y programas que rigen en tu sistema, o quizás hablemos de algunas influencias karmáticas o de tu transgeneracional. Habría que investigar qué aspectos controlan tus áreas de vida, te quitan energía, recursos y te impiden crecer. Cuando sientes que tu estabilidad existencial se cae y llegas a un estado en el que las emociones y tus circunstancias te desbordan de repente y no sabes como controlarlo, ni tampoco cómo explicarlo, habría que mirar un poco mas allá… 

Hay algunas cosas de las que es probable que ni seas consciente, inclusive que tengan lugar en otros planos de tu ser, y que además, tengas la sensación de no controlar nada de lo que pasa en tu vida. Y lo que es peor aún, puede que no te sientas satisfecho con tu vida, e inclusive no le encuentres ningún sentido y que no logres dar con ninguna explicación razonable para justificar lo que te está ocurriendo ya que tienes todo lo necesario para ser feliz y vivir tranquilamente, pero no, no puedes lograrlo, te resulta imposible y no sabes porqué. Sí, se pueden investigar las causas que te generan ésta intranquilidad. Llevo muchos años dedicando mi energía, recursos personales, económicos y temporales a estudiar sobre las terapias energéticas.  Descubrí con brutal asombro que las causas que pueden afectarnos a nivel energético son múltiples, desde causas karmáticas, a cargas del transgeneracional, a bloqueos de energía de todo tipo que afectan nuestro sistema energético, existiendo un sin fin de posibilidades que nos pueden descubrir qué es lo que va mal a nivel sutil y energético en nuestro sistema y campo energético y/o en nuestro cuerpo físico, que no sólo te afecta a ti, sino también a las personas que estén cerca de ti y a la par pueden afectarte en todos los ámbitos de tu vida. Y no, no suele tener una explicación lógica tu (mal) estado, tu incomodidad, pero sabes que algo te pasa. Existen herramientas muy útiles para ello que se emplean desde hace muchísimos años con eficacia, sobre todo aportan alivio, calma, paz, sosiego, inexplicable mejora, parece como que todo se coloca en su sitio, todo fluye y por fin logras que las cosas vayan como han de ir. Y da igual donde te encuentres, estés a miles de kilómetros o a un metro del terapeuta, esto funciona, lo creas o no. ¡Compruébalo, investiga, no me creas!

“Una vez que aceptamos el hecho de que somos fundamentalmente seres energéticos inexplicablemente conectados al vasto, dinámico campo energético del que formamos parte, ya no podemos vernos como individuos impotentes y aislados.”

Bruce Lipton

La Sanación Energética es una terapia que opera sobre el campo físico, mental, emocional, sutil y espiritual, y tiene como propósito integrar y armonizar el sistema llevando Luz a donde la persona lo necesita, trabajando los bloqueos. ¿Para qué sirve? La terapia de sanación energética trabaja sobre todos los planos y sirve para armonizar, equilibrar y ayudar ante patentes e inexplicables bloqueos y da igual lo que sea que te esté pasando. En el plano físico sirven para equilibrar el sistema energético, aliviar dolencias, acompañar en procesos de recuperación post intervenciones quirúrgicas y/o para acompañar y complementar cualquier tratamientos e intervención de la sagrada medicina tradicional y un largo etcétera. En el plano espiritual se emplea para acompañar en procesos de despertar espiritual, o también a pacientes en estadios terminales de una enfermedad, aliviando y acompañando desde el mas profundo respeto, la mas profunda compasión y con amor incondicional.

Con las terapias energéticas se eliminan los bloqueos, se carga y armoniza el campo energético, aportando orden y armonía al sistema y al entorno. Cualquier persona puede someterse a este tipo de terapias, no es necesario contar con ningún requisito en particular y los resultados son tan distintos como las personas que lo experimentan. Somos vibración y con este tipo de técnicas se trabaja en las capas sutiles y profundas del sistema y quizás los beneficios no puedan describirse intelectualmente, inclusive puede parecer cosas de “Hierbas” pero doy fe que funcionan, las he experimentado todas y a mi me han ayudado infinitamente, han cambiado mi vida. Sea como sea cualquier impacto emocional, trauma, emociones no resueltas generan bloqueos energéticos que repercuten directamente en nuestra vida. No me creas investiga, indaga, lo que si sé es que de toda la vida se llevan aplicando éste tipo de técnicas y los cambios han sido muy evidentes y patentes en quienes las prueban.

Lo que tiene que ser sanado es sanado, lo que tiene que ser liberado es liberado, lo que tiene que ser conectado es conectado. Así funcionan las técnicas de sanación energética. En un primer momento, suele haber una sensación de bienestar, liviandad, tranquilidad, y en un plano mas profundo, una paulatina sensación de orden e integración. Por descontado que, para quien ha experimentado sanaciones con técnicas de sanación energéticas, han “generado» una percepción tanto interior como exterior mucho más profunda de quiénes son, se han enfrentando desde otro lugar a su propia existencia. Inclusive parece que se desata un pequeño caos en ellos, pero que no cunda el pánico, todo se está reordenando y recolocando. Este tipo de terapias, nos dan la oportunidad de que nuestra alma se comunique con nuestro cuerpo, con nuestro alma y así se vayan extinguiendo situaciones o vínculos que ya no tienen sentido alguno en nuestra vida pero que seguimos sosteniendo sin saber por qué, dándonos la oportunidad de vivir más “almados”. ¿Acaso hay algo mejor que poder ser llevados a otro lugar más hermoso que hay en nosotros mismos y descubrir con alma a nuestro autentico Yo?

Todos estamos conectados, no sólo todo es energía, sino que a su vez esa energía vibra a diferentes frecuencias. Lo que sea en lo que enfocamos nuestra mente, ES y SERÁ lo que recibiremos/seremos. En otras palabras, todos estamos conectados, todos tenemos poder dentro de ésta conexión energética.

Si sigues teniendo dudas, sólo puedo decir, pruébalo, compruébalo, investiga, venga, dale al interruptor y ¡que se haga la luz en tu vida! 

Gracias, gracias, gracias.

Si quieres saber más, no dudes en contactarme.

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4 Responses
  1. Adriana

    Tú siempre estás, ayudas y pones Luz
    (por si no había quedado claro…)
    Besos y buena semana
    Adriana

  2. Adriana

    Preciosa Anka, pedir ayuda es complicado pero saber a quién pedírsela aún más. No es tu caso.
    Muchas gracias
    Besos
    Adriana

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