No te queda otra: o aprendes o repites

¿Cómo manejar las vicisitudes de la vida cotidiana, con sus pérdidas, decepciones, tensiones, crisis…?

¿Cómo liberarse de las emociones negativas y su impacto en nuestra vida, en nuestra salud, en las relaciones, en el trabajo? ¿Cómo manejar todos los sentimientos no deseados? ¿Qué va mal en el mundo, en nosotros? ¿Por qué no permanecemos felices? ¿Dónde están las respuestas? ¿Cómo abordar el dilema humano? ¿Estoy chiflada o es el mundo el que se ha vuelto loco? ¿Es la mente humana la jaula de una ardilla sin esperanza? ¿Somos todos hámsteres que seguimos en la rueda corriendo cada día? ¿Todos están confundidos, o sólo yo?

¿Dónde están las respuestas?

No te preocupes, (casi) todo el mundo está desesperado. De una u otra forma, todos lo estamos. Y no, no es fácil ver el porqué de todo este alboroto, porqué, aunque la vida parece sencilla, la complicamos sin parar, consciente e inconscientemente ¡Algunos tienen tanto miedo en arreglar sus propios problemas que ni siquiera pueden (ni quieren) verlo y hacerlo, menos.

La solución a cualquier problema parece sólo traer un alivio breve, ya que es la base del problema siguiente.

Hay infinidad de técnicas, terapias, sistemas filosóficos, técnicas holisticas, cursos de superación personal, libros, infinidad de formas de iniciar los caminos espirituales, técnicas de meditación, retiros y otras infinitas formas de expandir la propia consciencia, pero siempre, o casi siempre surge el boicot, el autosabotaje. 

Tras miles de preguntas, otro millón de boicots, autosabotajes y cosas varias que me alejaban de mi misma, aprendí que la respuesta a mis problemas, a todo a lo que me enfrenté durante años y años, siempre estaba dentro. No había nada fuera. Tuve que replegarme hacía dentro por periodos, dejar de huir y creéme, siempre encontraba las respuestas. Dejando de huir y de luchar, llegaba la paz. Los problemas, conflictos se resolvían solos (casi…).

No te queda otra: o aprendes o repites

Sin implicación personal en nuestro propio proceso, sin mirar dentro, no hay resolución del tema a tratar, sea cual sea el problema. A más cariñosos, más amables y amorosos nos volvemos con nosotros mismos, más cambiaremos el mundo, nuestro mundo interior y el exterior. Y ahí cambia todo. Todo. TODO.

 

¿Te enseño?

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