soltar, atrapado, crecimiento

Vivimos apegados. A todo. A todos

Es la forma que tenemos para reafirmarnos a nosotros mismos constantemente, a través de lo de fuera. Albergamos sentimientos de culpa respecto a algo que hicimos o dejamos de hacer en el pasado y nos castigamos por ello constantemente. Lo cierto es que actuamos (sin duda) acorde al nivel de conciencia (más bien de inconsciencia) en el que nos hallábamos en aquellos instantes y en aquellas circunstancias. Quizás, si hubiéramos estado más alerta, si hubiéramos sido más conscientes, habríamos actuado de otra manera. La culpa es un intento del ego (otro más) de crear una identidad, un sentido del yo, una reafirmación de nosotros mismos. Al ego no le importa que el sentido del yo sea positivo o negativo. Lo que hiciste o dejaste de hacer, fue una manifestación de inconsciencia. El ego, no obstante, lo personaliza y dice: “yo hice aquello” y así te creas una imagen mental de ti mismo como persona “mala” y ahí te quedas, en eso.

No somos perfectos

A lo largo de la historia, los seres humanos hemos cometido incontables actos de agresión, crueldad, violencia, daño hacia nuestros semejantes y continuamos realizándolos. Dañamos a los nuestros, a nustros congéneres, a los que más queremos y amamos. ¿Es todo condenables? ¿Somos culpables? ¿O dichos actos son expresiones de la inconsciencia, de una etapa evolutiva que ahora estamos dejando atrás?. Dijo Jesús: “Perdónales porque no saben lo que hacen”, también son aplicables a ti, sin duda. ¡Perdónate! No podemos juzgar con los ojos de hoy lo que sea que hayamos hecho en otro grado de conciencia y evolución. No podemos ser tan tontos, debemos mirarnos con compasión, debemos dejar de juzgarnos. Es tiempo de soltar esas emociones de culpabilidad o del que dirán, esto nos impide avanzar en la vida.

Tan solo respira

Respira profundamente, exhala, deja que el viento se lleve lo que te atormenta. Es normal que tu esencia o tú imagen, no sea la misma que hace mucho tiempo atrás a causa de la crisis interna que vienes arrastrando día tras día, sin valor de enfrentarte a ti mismo. Eres fuerte, valiente, así que vive, vive el presente, no te sigas aferrando a un pasado de culpas o añoranzas, a cosas, personas, emociones, anhelos. Nada de fuera va a saciar tu hambre de ser tú mismo. Deja todo eso en el olvido, sin destino, ni retorno, sin mirar atrás. ¡Claro! no será nada fácil, llevará su tiempo despejar todo pensamiento de negatividad, es comprensible, es un proceso lento y doloroso, nadie dijo que el camino del desarrollo personal, físico y/ o espiritual sea fácil, o que el malestar, la culpa y  todo lo que te desordena desaparecerán por acto de magia. Depende de uno mismo, de la entrega con la que realices las acciones necesarias para desapegarte de tu mente, de tus patrones de pensamientos, de los programas que rigen en tu mente dominando inconscientemente todo tu ser.

Es un largo y duro proceso y merece la pena

En realidad no se sabe a ciencia cierta el tiempo requerido para sanar, para desarrollarse uno, puede durar meses, años. Por descontado que inconscientemente llegaremos a lastimar a nuestros seres más queridos en ese proceso de sanación. Claro, ya no eres el mismo. Soltar los apegos es un acto heroico. Es de una valentía brutal. Todos los esquemas anteriores se irán al carajo. Los tuyos te miran raro, ya no eres el mismo. Ya no te quieren, querian la versión 1.0 de tí, les era mas fácil y cómoda esa versión. Deja de culparte por las acciones o decisiones indebidas que por alguna razón hayas cometido sin conciencia alguna. En el pasado quedarán, nada del pasado se pude remediar, tómatelo como un aprendizaje más, del extenso entramado que es la vida. Recuerda que siempre podemos avanzar con una nueva expectativa de vida sobre una base de experiencias vividas.

Por favor…

No permitas que te quiten esa paz interna que todo ser humano merece y necesita, si no estás en paz contigo mismo, no podrás estarlo con los demás, no busques fuera, ni en lugares, ni en personas, ni en vicios, ni en emociones, ni en cosas. Todo lo que necesitas y buscas está dentro de ti, eres el capitán de tu destino, tú decides el horizonte. Recuerda siempre elegir el camino de la verdad, rodéate de personas positivas, alegres, compasivas y sobre todo, no pierdas la fé en tí mismo. No te falles, trabaja lo que más te duele. Ocúpate de ti. Los demás, todos los que han pasado por tu vida, de una forma u otra, mejor o peor, de una forma más amable o más destructiva, todos te han enseñado, todos te han transformado y por descontado que todos los que vendrán a tu vida desde ya en adelante, lo seguirán haciendo. En tí estará decidir el poder que les das para transfórmate. Si no eres capaz de verlo como un aprendizaje, como un crecimiento, irremediablemente, seguirás apegándote a todo lo que venga de fuera, sin llegar nunca a tu esencia, solo vivirás apegado a todo, a todos, sin ser tú. Y agradece, agradece a todo y a todos los que han pasado o están en tu vida, gracias a todo eso, Eres.

Gracias por leerme, hondo abrazo, A.

About the author

2 Responses
  1. Adriana

    Preciosa Anca,
    Muchas gracias por insistir en que nos ocupemos de nosotros, nos demos tiempo y seamos generosos con nosotros mismos.
    Menos mal que estás!!!
    Besos fuertes y mejor semana
    Adriana

Leave a Reply