coaching autoayuda

El coaching, la autoayuda, es un gran “cajón de sastre” que aúna todo tipo de conocimientos, técnicas, herramientas y profesionales. El escepticismo y el pensamiento crítico son necesarios para diferenciar el grano de la paja, éste es mi sentir…

Nos limitamos a sobrevivir. Trabajamos. Consumimos. Tuiteamos y posteamos cosas en redes sociales, así vivimos la gran mayoría, y, de vez en cuando, tratamos de vivir, y divertimos. Pero en general no sabemos para qué vivimos. De ahí que muchos vaguemos por la vida como almas en pena. Nos adoctrinaron para ello, para buscar el bienestar fuera, no dentro de nosotros. 

Y así no es. Confundimos la verdadera felicidad con sucedáneos instantáneos de placer y satisfacción inmediata, con la consecución de logros profesionales a cuesta de sacrificios brutales y de valor incalculable como la familia o el tiempo, para construir una vida prefabricada, vacía.

Tarde o temprano, acabaremos en una crisis existencial brutal, inevitable. Reconocer que tu vida es una ruina, solo es cuestión de tiempo, algunos no lo reconocerán nunca, y es perfecto, pero los que los que sí, inician de una forma u otra el proceso de cambio, evolución y crecimiento personal. 

La autoayuda, el coaching llevan décadas al alza, es unsi que? negocio, y… “no hay mayor negocio que vender a gente desesperada un producto que asegura eliminar la desesperación.” (Aldous Huxley) hay expertos por todas partes, hay libros, libros y más libros… expertos y gurús en todas partes, cursos y talleres a millones, todo el mundo conoce lo que es el coaching, la autoayuda, aunque muy pocos saben exactamente para qué sirve.

¿Qué es la autoayuda? ¿Por qué puede tener una connotación tan negativa a veces? En primer lugar, cabe señalar que la #autoayuda es el concepto que se utiliza para etiquetar cualquier iniciativa psicológica, espiritual, holística o esotérica alternativa a la terapia convencional y la religión tradicional.  Solo eso es ya un gran impulsor para ganarse unos cuantos enemigos, o, que te miren mal, raro… o ridiculizándote, como si fueras una charlatana, o vendedora de humo, sin titulaciones oficiales que acrediten lo que sabes y haces.

La autoayuda es en sí un movimiento psicológico cargado de buenas intenciones y una enorme contradicción en sí misma. «Autoayuda» es «ayudarse a uno mismo. Recorrer el propio camino, es lo suyo, nadie arreglará tu vida, ni tus conflictos o problemas existenciales. Nadie puede ayudarnos, a lo sumo, alguien puede acompañarnos en nuestro proceso, y ese alguien ha de hacerlo con mucha humildad, despojándose de todo, solo manteniéndose al mismo nivel, posibilitando los cambios, el aprendizaje, y es reciproco, mútuo. No hay consejos que valgan sobre como otros deben vivir sus vidas, solo se puede profundizar, hacer preguntas, reflexionar, compartir vivencias y conocimientos que ayuden al que necesita de acompañamiento, crecer en comprensión, ya que eso lleva a la aceptación por ende y a la apertura de nuevos caminos y paradigmas.

Algunos sociólogos afirman que la autoayuda está en camino de convertirse en la religión del siglo XXI. Más allá de dogmas, fe, religiones, creencias y demás, hay que tener mucha cordura, sensatez y humildad para acompañar a otros en sus procesos. El que busca ayuda de verdad, no busca un padre o una madre que le ayude o resuelva sus problemas, tampoco buscan parches temporales, el que realmente está en crisis anhela dar con algo que erradique su sufrimiento. Que le despoje de lo que ya no es real en su vida, que le aporte comprensión, luz, porque no sabe salir de dónde está.

Lo digo mucho, hay que ser muy humilde y valiente para hacer esto. Hay que escucharse a uno mismo, conectar con esa sabiduría intima que subyace debajo de todo lo que te hace ver que tu vida es un caos. Solo hay que conectar con eso. Es el motor. La inconformidad que está debajo de lo que aceptas como válido en una vida que ni tan siquiera miras o analizas con objetividad. Vives en piloto automático, culpas a los demás de todo, no te responsabilizas de ti mismo. Como inicio sirve aprender a perdonarse y perdonar. Aceptarse, aceptar a los demás como son. Conectar con tu esencia. Shhhh, escúchate ¿te gusta lo que escuchas? Ya me dirás…

Existen muchas corrientes de pensamiento que promueven una verdadera curación a medio plazo. El denominador común de todas ellas es el autoconocimiento, un proceso que nos permite descubrir cómo funcionamos y qué necesitamos para ser felices. De hecho, la comprensión, sabiduría y felicidad ya se encuentran en ti. Tan sólo has de eliminar las capas y condicionamientos que te separan de ellas. Eso sí, el primer paso suele ser el más difícil, pues consiste en vencer el miedo a conocerte y enfrentarte a ti mismo y pedir ayuda y te aseuro, pedir ayuda y dejarse ayudar es sintoma de gran responsabilidad y madurez.

Los que acompañamos a otros, lo mejor que podemos hacer en el proceso de crecimiento personal de otros, es actuar como espejos donde los demás puedan verse reflejados. VERSE, somos invisibles para nosotros mismos. El que ayuda, mantiene la humildad, está comprometido con su propio autoconocimiento, trascendiendo su ego, nos mantenemos al servicio de los que nos necesitan.  Eso hago, acompaño a otros en sus procesos desde la coherencia, sentido común, respeto máximo por el que da el paso para salir del piloto automático, con extrema humildad, aportando independencia al otro, desde su libre albedrío, dándole herramientas para su propio autoconocimiento, abriéndole caminos inexplorados para poder lograr vivir una vida plena, sin dependencias, sin apegos, sin llenar vacíos a cualquier precio.

Eso es para mí lo que hago, al servicio del otro dejándome de lado a mi misma, implicándome en las necesidades del otro por y para su propio bienestar y crecimiento. 

Gracias por tanto a todos…

A.

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