Propósitos, como declaración de intenciones.

Ando reflexionando, estoy con resaca- y no es de alcohol- tras la celebración del fin de año, rara, estrepitosamente silenciosa y pensativa: hay que trazar un propósito para el 2021, y eso no es mas que la determinación firme de hacer algo, un objetivo que se pretende alcanzar. Creo que todos andamos en eso, hemos hecho balance del año pasado y ya hemos dado los primeros pasos por este desconocido 2021. Y llega el miedo. Y la incertidumbre. La curiosidad. ¿Qué nos deparará, qué pasará, cómo vendrá, qué será de nosotros? y mil preguntas más…

Hay que ser bastante realista, nadie sabe qué pasará. En gran parte se trata de disfrutar del camino, del día a día, de cada instante, de cada situación, disfrutar de todo lo que llega a nuestras vidas (personas, situaciones, circunstancias) y aprender, aprender sin tregua. Ya sabemos que lo que no aprendemos, se repite una y otra y otra vez hasta que seamos capaces de integrar la lección y, cuando logramos esto, la situación en cuestión deja de repetirse.

Muchos han decidido dar un vuelco a su vida tras el convulso 2020. Otros han seguido y seguirán como antes, o han ido o irán a peor y no han aprovechado la oportunidad de reflexionar sobre quiénes eran, hacia dónde iban, con quiénes, o cómo. Y es perfecto, todo es perfecto tal y como es, cada uno elige lo que necesita vivir y cómo. 2020 nos ha recordado y mostrado qué es lo importante y qué es superfluo. También qué cosas debemos cuidar más y qué tenemos que cambiar de nuestra realidad. Nos ha mostrado realmente el valor de la vida, lo frágiles y vulnerables que somos (entre otras). Así que habrá que ponerse las pilas y pensar algún propósito (real)… o no.

Cumplir tu(s) sueño(s)

Remángate, muévete, haz algo, da un primer paso para cumplir aquello que tanto anhelas. Subir el Himalaya comienza con un primer paso. Solo eso. Todo eso. Un primer paso te lleva a donde quieras, pero hay que darlo. Pensar en ello. Tener un objetivo, una meta, trazar el plan, desearlo. Una vez hecho esto, todo llegará, ni lo dudes.

Ayudar a los demás


Ayudar a los demás no sólo es bueno para ellos, sino también para ti mismo. La generosidad- a todos los niveles- siempre vuelve a ti. Lo que das, vuelve a ti. Y es cierto que nos pasamos la vida mirándonos el ombligo, comprando esto y aquello, gastando dinero y tiempo- y es perfecto que así sea (por supuesto)- pero apenas pensamos de verdad en los demás. Ni en demasía en los que realmente lo necesitan. Por eso, este año te propongo que seas más generoso y solidario. Ayuda al que lo necesita, invierte tu tiempo y dinero en hacer mas grandes a los demás, ayúdalos a crecer, dando, compartiendo… lo que quieras, pero haz algo que te recuerde que eres humano y que desde tu posición contribuyes a mejorar la vida y/o las circunstancias del otro. Dar es recibir. Dar es amor. Dar es darte a ti mismo.

Dejar de buscar fuera

Estamos siempre en la búsqueda incansable del éxito y de la felicidad. Nos bombardean con que tenemos que ser los mejores, los más listos, los más guapos, tener más y mejor. Van pasando los años y dedicamos muchísimo tiempo y esfuerzo a lograr un buen trabajo, una buena posición social, parecer ejemplares y dejamos de lado cumplir otras cosas- anota aquí todo lo que anhelas ser y hacer. Y nos damos cuenta de que sí, tenemos un gran trabajo, la gente nos respeta, ganamos dinero, tenemos estabilidad y éxito laboral ¿Y? ¿Para qué sirve si no hay nadie con quién compartirlo? ¿Con quién disfrutas pequeños instantes? ¿A quién le das una pequeña parte de todo esto? ¿A quién más haces feliz? ¿Ayudas a alguien a conseguir aquello que tanto y tanto anhela y no puede? ¿Realmente eres generoso? ¿Devuelves algo de todo aquello que recibiste y recibes, realmente lo haces?

¡Ojo!: la vida pasa más rápido de lo que crees. Escucha tu Alma. Lo que das vuelve a ti, jamás lo dudes. Deja de hacer lo que los demás esperan de ti y comienza a hacer lo que de verdad quieres, y, si es acompañado de buenas personas, mejor que mejor. Y si es con amor, confianza, fe y generosidad, ni te cuento.

Lo que das vuelve a ti, jamás lo dudes.

Gracias, gracias, gracias.

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