Alma, energía, equilibrio

¿Qué es el Alma?

El alma es la esencia inmaterial que define la individualidad y su humanidad y es considerada el principio que da vida. Proviene del latín ánima y del griego psyché, que significa “alma humana” y, en ese sentido, alma es sinónimo de psique, “soplo vital” y self (el sí mismo), pero también es sinónimo de individuo, persona. Según la teología, el alma es una parte del individuo que contiene una porción divina y que se cree que sobrevive a la muerte del cuerpo. El alma no es un tema solo de poetas y/o “hierbas”, médicos y científicos se rinden a la evidencia de la existencia de ese ente lleno de sabiduría.

Aprender a conectar el alma con el cuerpo es uno de los caminos para conseguir el bienestar y la felicidad. Y la buena noticia es que es accesible para todos y es fácil, extremadamente fácil. Hay bastantes tipos de terapias que ayudan a lograr el bienestar realizando trabajos con energía, sí, con energía.

La primera que yo conocí, aprendí y practiqué fue el Reiki. A mí me ayudó infinitamente. Logré equilibrar mi cuerpo, mi energía, mi vitalidad, todo, hubo un antes y después de usar está técnica de sanación energética. La siguiente, que me impactó sobremanera (porque era una ignorante en temas de sanaciones energéticas) fue la de los Registros Akáshicos. Es una técnica increíble de limpieza y protección energética, una puerta de acceso a las energías de alta vibración y puede ayudar a sanar y limpiar infinitamente nuestro sistema energético.

En definitiva, somos energía, todo es energía, lo creamos o no, es así. Todo lo que nos toca y alcanza nos afecta en algunos campos energéticos, es energía. Lograr el equilibrio con este tipo de técnicas, aportan numerosos beneficios tanto a nivel físico como emocional y se pueden superar numerosas dolencias, desbloquear situaciones personales negativas de todo tipo, etc.

No me creas, ¡solo compruébalo!

Si quieres saber cómo puedo ayudarte, ponte en contacto conmigo y cuéntame qué es lo que te ocurre. Juntos podremos solucionarlo.

Gracias, gracias, gracias.

 

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